Esta noche acuéstate sin mi en la cama. Pero tócame debajo de la almohada. Acaricia mi recuerdo y hazle cosquillas con la punta de los dedos. Despiértame desde dentro del sueño y deposita un beso en mi frente, justo antes de que abra los ojos. Dame calor por debajo de las mantas y arrúgame la piel de tanto movernos. Abrázame entonces antes de que suene la alarma. Son las 7 de la mañana. Ni siquiera ha amanecido ¿cómo puedo decir "buenos días"?. Duérmeme otra vez. No te vayas.
El marcapáginas del silencio.