miércoles, 8 de octubre de 2014

SIN ALARMAS

Quiero una tarde sin alarmas, de esas que empañan las horas, los susurros y los gritos. Quiero ser agua mojada, en un charco, despacito. Del sudor de tu espalda, amarrada, no me quito. Desanclada de esta ciudad, hacia arriba, no limito. Entre tu piel y la mía, tan distintas, ya no vivo.


El marcapáginas del silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario