MIRO A LA DERECHA
Miro a la derecha y veo los cantos de roca desiguales
esculpidos sobre el montículo de tierra. Apenas hay vegetación en ellos y
algunos sobresalen tanto que parecen estar anunciando un inminente derrumbe.
Aún así miro a la izquierda y cobro seguridad; estando con él nada malo puede
pasarme. Entrecierro los ojos, y los vuelvo a abrir rápidamente porque no
quiero quedarme dormida. Intento concentrarme en el frente pero la borrosidad
de las líneas del horizonte no es que ayude mucho.
-¡Espabila que te vas a quedar dormida!-.
-¡Eh! que estoy muy despierta- replico mintiendo con descaro.
-Y se suponía que eras tú la que me iba a mantener
despierto, ¡vaya ayuda!- se mofó ocultando una sonrisa pícara entre los labios.
El marcapáginas del silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario