lunes, 3 de noviembre de 2014

DESPACIO POR DENTRO, POR FUERA DEPRISA

Vivir despacio por dentro, por fuera deprisa. Llegar tarde al centro, coger varios trenes, viajar sin visa. Sentarte en un parque, huir de todo, sentirte indecisa. Alarmas tardías de noches eternas que no borra el parabrisas. Comer engullendo, con cinco minutos. Abrocharte coja la camisa. Regatearle a la almohada. Perder el reloj en sábanas lisas. Mirarte muy lento, caminar corriendo, cambiar de guisa. Besarte el momento, saber quién te pisa. Llegar lejos sin cables, quedarte descalzo. No saber qué es ir a misa. No traiciona quien avisa. Callar alto, hacerte impasible al espanto. Gritar bajo, chirriar como una tiza. Dejar que te golpee la brisa. Clamar su llanto. Morirte de risa. ¿Y qué pasa? La vida.


El marcapáginas del silencio.




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