Quiero que estés aquí. Pero mi deseo no va a traerte de vuelta. Mis "echarte de menos" y mis ganas no son el mejor vehículo en el que viajar. Y al final del día seguirás allí, tan apartado de mí, tan distante a pesar de nuestra voluntad. No puedo seguir así, me consume el frío de no tocarte. Me llevarían mis demonios a cualquier parte, desquiciada de que no me mires a centímetros, permanezco, sí. Quiero que estés aquí, ya lo sabes.
El marcapáginas del silencio.
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