-Lo sé- dijo mirando hacia el frente y luego dejando caer sus ojos hasta el suelo.
-Y ¿no piensas hacer nada?- quiso saber ella algo molesta por su conformismo.
-Simplemente creo que no hay nada que yo pueda hacer- concluyó.
-Pues crees muy mal- le contestó, y acto seguido se alejó caminando con paso decidido dejando como única despedida el eco de sus tacones.
El marcapáginas del silencio.
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