sábado, 30 de noviembre de 2013

DENTRO DE MI CELDA

  
   Dentro de mi celda se ven mejor los coches, los charcos, las nubes grises uniéndose unas a otras hasta formar el chaparrón. Ese que a mi oscura celda no llega ni a mojarme con una gota la cara. Por mucho que me acerque a la ventana sigo siendo invisible desde el mundo exterior. Y, en el fondo, me gusta ser parte de ese espejo falso como el que hay en algunas comisarías; uno en el que espías desde el otro lado a los posibles sospechosos hasta que finalmente identificas al fugitivo.Todo eso preservando tu identidad privada intacta, al cobijo de la seguridad que me ofrece mi celda. Lo cual no quita que siga siendo una celda.


    
El marcapáginas del silencio.

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