sábado, 22 de marzo de 2014

GOTA A GOTA

     Y decidí subir escalando gota a gota obviando lo fácil que habría sido trepar por la cadena en línea recta. Pero no, no soy así, decidí irme por las paredes resbaladizas del alma. Sin tener en cuenta que las gotas caen y yo con ellas. Que a veces pararán a mitad de camino, dejando un reguero de errores o aciertos que se desequilibraron. Descenderán una distancia salvable. Pero otras, caerán a lo más hondo. A la laguna de la que sin duda costará salir. O directas al desagüe, donde se perderán para siempre. Junto con tus sueños.

     Aún estoy a tiempo de agarrarme a la cadena, pero no pienso hacerlo.

     Antes que ser un eslabón más con herrumbre prefiero ser liviana y transparente. Sutil, libre de caer o permanecer. Como una gota.


El marcapáginas del silencio.

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