domingo, 16 de marzo de 2014

QUÉ ME CALLO

     Hace tiempo que no escribo, que no pienso lo que digo, que me callo por hablar. Silencio el pensamiento sin dudar, que no es bueno pensar tanto e igual de malo es no pensar. Se pueden vendar los ojos, la boca y taparnos los oídos con ambas manos; pero no hay manera de cubrir lo que gritas desde dentro, como una mala conciencia eterna que te ata el corazón.


El marcapáginas del silencio.

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