miércoles, 1 de enero de 2014

FLATO BAJO LAS COSTILLAS




Hoy venía a escribirte lo que siento por dentro. Pero, casualidades de la vida, no pude. No pude sentarme frente al escritorio, porque estaba menos vacío que yo. No pude teclear con precisión, tampoco sujetar la pluma, cuando el sudor frío recorría mis manos. ¿Cómo librarme entonces de aquello que hacía tanto mal? Pensé en hablar; dentro del círculo de confianza siempre es más fácil expresarse; pero observé con sorpresa como cada palabra aunque me desgajara por dentro no arrancaba ni una lágrima. Y sobrevino el mutismo, y otra vez esa sensación de incapacidad. ¿Incapacidad? Más bien tendríamos que preguntarnos antes de realizar cualquier acto si queremos hacerlo en vez de sí podemos. Desde mi punto de vista si nos planteásemos esta cuestión antes de cada acción conseguiríamos mucho más. Nos evaluaríamos a nosotros mismos antes de valorarla a ella.

Entonces ¿dónde quería llegar con todo esto? ¿Acaso verdaderamente no quería expulsar de mí esa desagradable sensación? Es impensable ¿no? ¿Cómo no vas a desear deshacerte de algo que es perjudicial para ti? ¿Por qué habrías de guardarlo?


Hay sustancias que si las tomas en pequeñas dosis durante un largo período de tiempo se acaban acumulando en tu organismo teniendo un efecto tóxico letal: los “venenos a largo plazo”. Simplemente llega un momento en que tu riñón no lo resiste y ese cúmulo de desechos acaba con tu vida. Quizás esté exagerando, y sin el quizás también. Pero tan sólo es un símil de que a veces aunque no queramos expresar aquello que nos consume y nos envenena por dentro no quiere decir que desaparezca; tampoco estoy queriendo decir que sea necesario expresarlo de una manera totalmente obligatoria. Simplemente hay que sacarlo, aunque no seamos conscientes de que finalmente lo hemos expulsado. Quizás esa sea la mejor forma de alejarlo por siempre de nuestras vidas; en el tiempo que dura una larga carcajada echada con ganas y que te deje flato bajo las costillas.

El marcapáginas del silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario