No tendré la mejor casa del mundo, ni caviar sobre la mesa,
No tendré ni iPod, ni iPad, ni iPhone,
No tengo coche (ni carnet ya que estamos jajaj),
No tendré un cuerpo 10, quizás ni 5,
No llevaré los vestidos más caros,
Casi nunca me pongo joyas (encima es que me pesan)
Pero...¿y qué? ¿Acaso pasa algo? Creo que olvidamos con demasiada frecuencia lo que es importante, y no digo "lo verdaderamente importante" sino simplemente "lo importante". Sáquense las tonterías de la cabeza señores, no se dejen influenciar, no permitan que les impongan los ideales de una sociedad materialista que ustedes tienen derecho a rechazar por algo mejor.
Porque os diré algo, yo amigos, por suerte, y al igual que algunos de vosotros, tengo lo mejor, lo más importante; lo que hunde de manera irónica lo superficial, material y rico en la más absoluta miseria. Y lo deja ahí, en el fondo de la tierra, en su sitio, justo al nivel de los gusanos (también pobres gusanos, más quisieran muchos políticos llegar a su altura).
Vale y ¿qué es lo que tengo entonces? ¿qué es eso tan bueno?
Pues tengo una hermana por la que daría la vida, por que ella lo vale todo.
Tengo unos padres que me aguantan hasta con la peor contestación.
Tengo unos amigos que corren a ayudarme con sólo verme la cara u oírme la voz. Es más, se plantan en la puerta de mi casa si no me dejo ayudar.
Tengo una familia con su más y sus menos, en las buenas y en las malas, en las fiestas y en las no tan fiestas, pero que es un HOGAR con todas las letras.
Como no podía ser menos también tengo el placer de conocer día a día lo que es la nobleza de un animal, porque estoy rodeada de mascotas maravillosas, que aportan mucho más de lo que pensamos.
Y no, no tengo el Amor de mi vida en cuanto a pareja se refiere, pero creo que todo lo anterior describe con creces la palabra AMOR.
Y sí, tenéis toda la razón: de amor no se vive, no se come, pero apuesto a que una moneda de un euro no va a venir en plan M&M's gigante a tenderte la mano y levantarte cuando estés tirado en la calle porque te han echado del trabajo, o lo que es peor, porque ni siquiera te han brindado la oportunidad de tenerlo.
Así que, me despido con esta reflexión y afirmando que no escribo esto porque sea Nochebuena, que yo me puedo poner cualquier día tierna y sin necesidad de fecha señalada. Lo escribo porque la tenía guardada hace mucho tiempo y hoy se lo he prometido a ciertas personas que son IMPORTANTES para mí.
A todas ellas y a todos vosotros, GRACIAS por leer esto :)
El marcapáginas del silencio.